5 de mayo de 2015

Máximo entretenimiento

Vengadores: La era de Ultron (The Avengers: Age of Ultron, 2015)

Dirección y guión: Joss Whedon
Intérpretes: Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Chris Evans, Chris Hemsworth, Elizabeth Olsen, Jeremy Renner, Aaron Johnson, Paul Bettany
Fotografía: Ben Davis
Música: Brian Tyler y Danny Elfman

Pese a las constantes quejas por la denominada "invasión" del cine de superhéroes en estos últimos tiempos, deberíamos estar agradecidos a directores como Joss Whedon o Christopher Nolan por esforzarse en ofrecer en cada película un espectáculo de calidad máxima, aunque tengan que pagar, algunas veces, el precio de la pretenciosidad. Hay que estar contentos como amantes del cine porque, en realidad, no hay necesidad ninguna de cuidar el guión para obtener un gran éxito de taquilla cuando la marca se vende por sí sola, como hemos visto con la agotadora saga Transformers y, en general, con el cine de Michael Bay. Digamos que es una cuestión de respeto por su trabajo como cineastas, por el arte de la narración y por el propio público al que interpelan como sujeto inteligente. Esta tendencia, tan estimable como poco valorada por los críticos, sigue el camino marcado por, entre otros, J. J. Abrams, Peter Jackson o el precursor Steven Spielberg, y culmina aquí con lo que sería (en su género) el entretenimiento perfecto.

Se nota que Whedon conoce meticulosamente el universo y la historia que relata, así como el perfil psicológico de todos y cada uno de los personajes. Controla con minuciosidad cada detalle de la mastodóntica estructura que tiene que manejar y sale airoso pese a que podría haberse estrellado por el camino entre su amplio reparto coral y su acción frenética. Supera, de esta manera, con talento y agilidad, las expectativas de una secuela que tenía el listón muy alto.

Tal heroicidad -si se me permite el chiste- se resume en tres aspectos. Primero, la correcta ubicación y tratamiento de cada personaje, sin desmerecer a ninguno, matizando sus diferencias, y aprovechando sus peculiaridades para avanzar hacia adelante. En segundo lugar, su espectacularidad visual que, en ocasiones, peca de parecerse demasiado a la estética de un videojuego, pero que, después, nos maravilla con sus planos secuencia mostrando a todos los Vengadores en acción. Por último, sus diálogos: originales, frescos y divertidos, pero también certeros y hasta trascendentes, alejados de cualquier lugar común. Si a esto le sumamos sus momentos de cotidianidad (la fiesta) y un villano complejo que otorga contradicciones a las motivaciones del grupo, podemos decir que nos encontramos ante un filme comercial y pirotécnico... sí. Pero de los de quitarse el sombrero.

Recomendado para amantes del entretenimiento de máxima calidad (sin prejuicios contra la mallas de licra). 
No recomendado para los que no disfrutaron con su primera entrega.

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